La negativa del presidente de China, Xi Jinping, llega a pesar de los desafíos que enfrenta con el COVID-19. A esto se le suma la presión de las recientes protestas que podrían afectar su posición personal. Ante esto, algunas ciudades quieren flexibilizar las normas de pruebas y cuarentena. Esto, después de que la política de COVID Cero desencadenara una gran desaceleración económica y malestar público.
China no ha aprobado ninguna vacuna extranjera contra el virus, optando siempre por las de producción nacional que no son tan eficaces como algunas extranjeras. En este sentido, las medidas de prevención de China contra el COVID-19 podrían conllevar grandes riesgos. Además, un funcionario estadounidense dijo que en la actualidad no había ninguna expectativa de que China apruebe las vacunas occidentales.
Por otro lado, la Directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, indicó que es menos probable que el país asiático se responsabilice del número de pruebas armamentísticas de Pyongyang este año. Estás declaraciones las realizó en su intervención en el Foro anual de Defensa Nacional Reagan en California. El almirante, John Aquilino, comandante del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos también dijo que China no tenía ninguna motivación para frenar a algún país que estuviera generando problemas a Estados Unidos.