Millones de jóvenes recién graduados en China se enfrentan en una competencia laboral por empleos cada vez más escasos. Según cifras oficiales, uno de cada cinco jóvenes en las ciudades estaba desempleado en julio. Esta cifra es el triple del promedio nacional y el más alto desde enero de 2018.
Este verano boreal ingresaron cerca de 11 millones de graduados al mercado laboral chino. No obstante la economía del país asiático creció solo 0,4% en el segundo trimestre, la tasa mas débil en dos años. Esto estaría desalentando a muchas empresas a contratar a personas sin experiencia en sectores de tecnología y educación.
La falta de perspectivas para los jóvenes chinos sería consecuencia primero de la economía lastrada por las restricciones por el COVID. Así también se debería a la gran cantidad de gente que ingresa a la fuerza laboral en la temporada de graduaciones, en julio y agosto.
Los principales cazatalentos de ferias de empelo aseguran que buscan escoger a los mejores graduados de las principales universidades porque hay poco puestos. Aún así, los graduados que consiguen empleo están recibiendo salarios en promedio 12% menores que el año pasado.
Los especialistas temen que de no solucionarse este problema se pueden propagar los desórdenes sociales. Algo similar ocurre con los obreros, quienes también luchan por trabajo antes el enfriamiento de sectores de la manufacturación y construcción.