Las autoridades de China lanzaron este lunes nuevas pruebas masivas en el barrio más poblado del centro de Beijing tras un brote de coronavirus en un bar de la capital que obligó a imponer nuevamente varias restricciones.
El gobierno chino aplica una política de “cero covid” para combatir la propagación del coronavirus, que implica cuarentenas para las personas positivas al Covid-19, confinamientos y pruebas de PCR obligatorias.
Esta política exige importantes recursos logísticos, humanos y económicos, sobre todo frente a la variante ómicron que se extendió rápidamente por China en marzo y abril, antes de perder fuerza en las últimas semanas.
Unos días después de haber vuelto a abrir sus restaurantes, bares y gimnasios, las autoridades de Beijing, donde viven 22 millones de personas, registraron un nuevo brote.
Las autoridades declararon que un habitante acudió la semana pasada a varios clubes nocturnos del céntrico distrito de Chaoyang sin una prueba de PCR válida, antes y después de haber tenido fiebre.
Este brote, vinculado a un bar en concreto, provocó la infección de al menos 183 personas.
Como consecuencia, las autoridades volvieron a ordenar el cierre de bares, discotecas y karaokes en varios barrios, incluido Chaoyang.