El gobierno federal de Canadá está considerando la despenalización de la posesión de opioides y otras drogas ilícitas en sus esfuerzos por abordar una creciente crisis de sobredosis, dijo un funcionario del gobierno esta semana, incluso cuando los datos muestran que el número de cargos aumenta.
El gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau se enfrenta a presiones para controlar las sobredosis de drogas, aunque anteriormente ha minimizado la despenalización.
Vancouver ha pedido al gobierno federal que exima a la ciudad de parte de la Ley de Sustancias y Drogas Controladas, que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de drogas dentro de los límites de la ciudad. Un portavoz de la ministra de Salud, Patty Hajdu, dijo el miércoles que se estaba considerando la despenalización y que se estaban llevando a cabo conversaciones con Vancouver, pero no haría más comentarios.
Eso podría someter a las personas atrapadas con pequeñas cantidades de drogas a multas o tratamiento obligatorio.
La tasa de mortalidad por toxicidad de opioides de Canadá para la primera mitad de 2020, 14,6 por 100.000, fue la más alta desde que se comenzaron a recopilar datos nacionales en 2016, según el gobierno federal.
El número de personas acusadas de posesión de drogas que no son cocaína ni heroína en Canadá se triplicó a 13.725 en la última década hasta 2019, según Statistics Canada. El número de personas acusadas de posesión de heroína casi se quintuplicó, a 1.043.
“La idea de que nos estamos volviendo más tolerantes no se confirma con los datos”, dijo Neil Boyd, director de la Escuela de Criminología de la Universidad Simon Fraser.
La pandemia de COVID-19 ha interrumpido las cadenas de suministro de drogas ilícitas, lo que ha generado un suministro más tóxico; también ha disminuido los apoyos y ha llevado a las personas a consumirlas solas, dicen los defensores de la salud.
La decisión de Health Canada de discutir la despenalización “llega en un momento en que la crisis de sobredosis en nuestra ciudad nunca ha sido peor”, dijo el alcalde de Vancouver, Kennedy Stewart, en un comunicado el miércoles.