Nuevo primer ministro peruano sostiene tensa relación con la CIDH

Foto: Archivo RPP

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La CIDH escuchó los testimonios de las víctimas y familiares de víctimas de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte. El nuevo primer ministro Gustavo Adrianzén, quien representó al Estado peruano, perdió los papeles ante manifestantes que ingresaron a la audiencia.

“Es mentira, el Estado está mintiendo. ¡Ustedes mienten, él está mintiendo!”, gritó una mujer, segundos después de que el embajador del Perú ante la OEA, Gustavo Adrianzén, terminara su exposición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Pese a que Adrianzén aseguró a la presidencia de la CIDH que la delegación peruana se retiraría si no cesaban los reclamos, la mujer y otras personas insistieron en lanzar duras críticas al gobierno de Dina Boluarte. Evidentemente ofuscado, Adrianzén respondió:

“¡Ellos son los violentos, son los que ocasionaron las muertes, presidenta!”, dijo a gritos el embajador peruano, perdiendo la diplomacia y los papeles.

El Comisionado de la CIDH, Carlos Bernal Pulido, tuvo que intervenir ante la incómoda situación, pidiendo orden y haciendo una invocación a la diplomacia y la cordialidad.

“Este es un diálogo diplomático, de alto nivel, que no se puede dar en el contexto de expresiones de violencia, de insultos ni de reclamos que están por fuera del objeto de esta audiencia. Así que a todos los presentes hago ese llamado a mantener las formas diplomáticas y las formas del diálogo. Las audiencias son espacios de intercambio y de diálogo, no de gritos, violencia, ataques y acusaciones personales o institucionales”, dijo Pulido antes de continuar con la audiencia.

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