Tras cinco días de esperar una justicia que no llega y tres autopsias, Abigail Hay Urrutia fue sepultada en el panteón municipal de Salina Cruz, estado de Oaxaca, sur de México, el mismo día en que la Fiscalía estatal ejecutó cuatro órdenes de aprehensión contra los posibles responsables.
Abigail fue detenida el pasado 19 de agosto por una presunta falta administrativa y encarcelada tras resistirse, pero horas después apareció muerta en las celdas de la Policía Municipal de Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec.
Este mismo día peritos particulares y de la Fiscalía de Oaxaca practicaron una tercera autopsia, a solicitud de los familiares que buscaban aclarar en qué circunstancias murió la joven de 30 años a quien las autoridades le apuntaban suicidio.
Parafraseando una cita bíblica del libro de Job, José Luis Hay, de 76 años, despidió a su hija, mientras sostenía un cuadro donde mostraba dos fotografías que le tomaron durante un viaje a la ciudad de Puebla.
“Tuya es la justicia, tuya la venganza Señor, tú les darás el pago, pero la justicia del hombre, son como trapos de inmundicia, la justicia del hombre no me va a devolver a mi hija, ha dejado dos niños (de 10 y 3 años), era mi compañera porque vivíamos juntos los cuatro”, señaló el padre.