Un peritaje independiente sobre la muerte del actor Octavio Ocaña concluyó que no se suicidó ni manipuló un arma de fuego, y que recibió un disparo de un arma superior al calibre .380 cuando se encontraba acostado sobre la carpeta asfáltica.
El estudio, elaborado por el criminalista Mauricio Reséndiz a petición de la familia, encontró contradicciones con la versión dada por la Fiscalía del Estado de México.
Según el informe, no hay indicios de huellas en el arma calibre .380 sin número de identificación, que determinen el uso, tenencia y manipulación por parte del occiso.
Además, no se encontraron indicios químicos que establezcan que Ocaña accionó algún arma el día de los hechos.
El peritaje determina que Ocaña no realizó ninguna acción tendiente al suicidio y que las marcas en la camioneta no corresponden a un disparo de un arma de fuego calibre .380, sino de un calibre superior.
La investigación arroja que Ocaña habría sido prácticamente “ejecutado” y que recibió un proyectil disparado al exterior del vehículo cuando se encontraba en posición decúbito ventral.
La muerte del actor Octavio Ocaña ocurrió el 29 de octubre de 2021. A la actualidad, dos policías municipales de Cuautitlán Izcalli son investigados por este caso, uno ellos está prófugo.