El presidente López Obrador aseguró que el informe de salud del “Jefe de Jefes” reflejaba estado de salud bastante delicado y por ello ya no podría ser atendido en la cárcel.
En su conferencia matutina, el mandatario mexicano avaló el deteriorado estado de salud que tenía Félix Gallardo, asegurando que no se le puede dar continuidad a su tratamiento desde el Penal de Puente Grande, Jalisco. “El señor verdaderamente está mal de salud. Tiene muchas enfermedades. Está mal y no puede ser atendido en el reclusorio. Tiene que ser atendido en una casa con su familia”, declaró.
Como se recuerda, Félix Gallardo lleva encarcelado desde 1989 por el asesinato del ex agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, pero no recibió condena hasta 2017, cuando se le impusieron 37 años de prisión, aunados a los 40 recibidos por tráfico de armas y acopio de armas.
El 12 de setiembre, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la resolución que le concedía a Félix Gallardo la prisión domiciliaria; esto, tan sólo unas horas después de la resolución del juez, Ante ello, el Jefe de Jefes deberá permanecer en Puente Grande en lo que se turna el recurso a un Tribunal para establecer si la decisión fue apegada o no a derecho y si esta se mantiene, se modifica o se revoca.