República Dominicana aumentó este jueves su presencia militar en la zona norte de la frontera con Haití, a la que también envió máquinas pesadas, mientras mantiene su oposición al reinicio de la construcción de un canal del lado haitiano para el trasvase de las aguas del río Masacre que divide a los dos países.
El Gobierno dominicano también mantuvo el cierre de la frontera por el paso fronterizo de la provincia de Dajabón (norte), el de mayor actividad comercial entre ambas naciones.
Tropas, equipos blindados y máquinas hidráulicas fueron trasladados a las cercanías de la línea fronteriza, en tanto que autoridades de los dos países no alcanzaron este jueves acuerdo alguno sobre la construcción del canal.
Las autoridades dominicanas aseguran que la construcción del canal es obra de manos privadas con el supuesto interés de vender el agua trasvasada a productores agropecuarios haitianos.
Algunos medios en República Dominicana dan cuenta de que, tras el cierre de la frontera, la construcción del canal ha sido detenida.