Se abrió una investigación para identificar a los autores del crimen, esclarecer cómo colocaron la droga y descubrir quién era el destinatario final de la misma.
La Policía brasileña decomisó cerca de 155 kilos de cocaína escondida en un enorme cargamento de azúcar que obligó a los agentes a cavar durante más de diez horas hasta hallar la droga, informaron fuentes oficiales.
La aprehensión tuvo lugar la noche del domingo, en un barco granelero atracado en una de las terminales del puerto de Santos, el más grande de Brasil y uno de los más importantes de Latinoamérica, según señaló la Policía Federal en una nota.
Los agentes encontraron la droga en bolsas grandes esparcidas a lo largo y ancho de la carga de azúcar, que tenía como destino a Nigeria.
Para encontrarlas tuvieron que revolver la ingente cantidad de azúcar durante “más de 10 horas”, en una acción que contó con la colaboración de las autoridades aduaneras, de acuerdo con el comunicado.