El expresidente de Bolivia, Evo Morales, se defendió de una citación a declarar ante la Fiscalía peruana por su presunto “atentado contra la integridad nacional”, alegando que es una maniobra política para estigmatizarlo.
Morales fue declarado persona non grata en Perú, pero luego fue citado para declarar en Puno.
El líder del MAS también denunció que las citaciones y amenazas de extradición son parte de una supuesta persecución política por parte de la derecha peruana y boliviana.
Morales había estado activo en Perú, especialmente en el sur del país, durante el gobierno de Pedro Castillo para impulsar la integración de regiones como Puno al proyecto Runasur.
El gobierno de Perú prohibió su ingreso al país y lo declaró persona non grata por sus constantes incitaciones en la política nacional que, según el Parlamento, buscan desestabilizar el orden interno del país.