El brutal asesinato de dos niñas en Managua ha llamado la atención de todos los medios nicaragüenses en medio de una crisis social. Los cuerpos de las menores de 7 y 10 años fueron encontradas el lunes en la noche a tres cuadras de su vivienda en un predio montoso.
La niñas fueron reportadas como desaparecidas el jueves 1 en Villa Belén. Según se sabe, se escaparon de su casa para salir mientras su madre, Norbita Urbina Damacio, de 24 años, estaba durmiendo. El martes 6 la policía Nacional daba cuenta del terrible hallazgo.
El miércoles, una radio local adelantó que se tenían a dos personas sospechosas de haber cometido el crimen. Según revelaron, ambos sospechosos, un hombre y una mujer vivían cerca de la casa de ambas hermanas. La pareja habría colocado los cuerpos en el desmonte luego de que estos comenzaran a oler mal.
Este jueves se presentó a tres supuestos autores del asesinato y violación: La pareja Alfredo Antonio Lara Ortiz, de 19 años, y Alison Yahosca Salgado Rugama, de 18 años, también señalaron a un joven de 16 años que habría tenido participación en el crimen.
Así también, se ha informado que en la vivienda de los acusados se encontraron “presencia de trazos de sangre humana”. Además, también se halló un objeto contundente y un trozo de toalla color azul que se habrían utilizado en el crimen.
Las niñas asesinadas son de origen miskito, una etnia del Atlántico Norte de Nicaragua, su familia se estableció hace tres meses en el barrio Ciudad Belén. El padre de las menores, Saluciano Joseph Cardenal, de 32 años, es soldado de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua. Por este motivo, el ejército se ha encargado del transporte de los cuerpos.