La centroizquierda gobernará en Santiago de Chile y en la mayoría de regiones

Esteban Garay (EFE)

Claudio Orrego, militante de la Democracia Cristiana (DC), se impuso por un 52,7 % de los votos en la Región Metropolitana de Santiago.

La centroizquierda chilena se convirtió en la gran vencedora de las elecciones regionales que se celebraron en segunda vuelta, en las que obtuvo la mayor parte de las gobernaciones, incluida la de Santiago de Chile, con el 99,9 % de los votos escrutados.

El pacto de partidos de centroizquierda Unidad Constituyente (UC) logró el poder sobre la capital, en la que el candidato Claudio Orrego, militante de la Democracia Cristiana (DC), se impuso por un 52,7 % de los votos, y el grupo se quedó con 10 de las 16 regiones del país, ocho de ellas obtenidas en balotaje y dos en primera vuelta.

Se trata de la primera vez en la historia que Chile elige a sus autoridades intermedias, antes eran nombradas a dedo por el Gobierno, por lo que se consideran unas elecciones cruciales hacia la descentralización del país.

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