Expresidente de Honduras habría recibido dinero de ‘El Chapo’ Guzmán

Crédito: DW

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Uno de los dos primeros testigos de la Fiscalía en el juicio en Nueva York contra el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, acusado de conspirar para traficar droga, posesión y uso de armas en Estados Unidos, aseguró este míercoles (21.02.2024) que le dio “un millón de dólares” al imputado a cambio de protección.

El que fuera alcalde de El Paraíso, Copán, Alexander “Chande” Ardón, condenado en Estados Unidos por narcotráfico, aseguró que “alrededor de 2009” se reunió con el entonces diputado del Partido Nacional de Honduras Juan Orlando Hernández, y le dio “un millón de dólares” para ayudarle política y financieramente.  A cambio “me ayudó para que la Fiscalía no me investigara”, dijo.

Joaquín el “Chapo” Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa, condenado también a cadena perpetua en Estados Unidos, también pagó sobornos a Hernández, aseguró el testigo que confirmó en su testimonio que él logró introducir unas 250 toneladas en Estados Unidos.

Hubo más pagos, pero no especificó el monto – la “cantidad fue más”, aseguró- antes de precisar que “trabajó” en el tráfico de drogas con Tony Hernández, hermano del exmandatario, quien también cumple una condena de por vida en Estados Unidos, al igual que su socio Geovanny Fuentes Ramírez.

El primer testigo de la Fiscalía, José Sánchez, que durante 15 años fue contador de la empresa arrocera Graneros Nacionales, recordó haber visto en dos ocasiones a Hernández y a Fuentes en las oficinas de su jefe Fuad Jarufe, propietario de la compañía, ya fallecido, para hablar de droga y de proteger a “quien la proporcionaba”.

Sánchez recordó que Hernández le dijo a Fuentes: “Le vamos a meter la droga en las narices a los gringos (a los estadounidenses) y no se van a dar ni cuenta”. Esa frase Sánchez la había repetido en juicios anteriores de otros miembros de la red en los que también fue testigo.

Sin relación con el narcotráfico, más allá de depositar dinero en el banco, “cumpliendo órdenes” de su jefe, Sánchez aseguró que en 2015 decidió irse del país junto con su familia, por “miedo” a que les pasara algo, después de haber difundido imágenes de esos encuentros.

La defensa del exmandatario de 55 años, que escuchaba las acusaciones sin inmutarse, intentó desvirtuar su declaración acusándo a Sánchez de haber participado en un esquema de lavado de dinero y de poner en duda su honestidad al señalar que cuatro años después de vivir en Estados Unidos de manera ilegal había solicitado asilo político y empezó a colaborar con la justicia.

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