El exgobernante aseguró haber recibido información de policías y militares que le hablaron de supuestos planes para implicarle a él y a otros líderes cocaleros con el narcotráfico y apuntó al Ministerio de Gobierno y la Policía Boliviana.
El expresidente de Bolivia Evo Morales generó polémica con sus acusaciones de supuestos complots contra los sindicatos de cocaleros que aun dirige en los que implicó al Ministerio de Gobierno, la fuerza antidrogas, infiltrados de la oposición e incluso a la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, en inglés).
El exmandatario aseguró que hay “una campaña de carácter nacional e internacional” para “desprestigiar a la zona del Trópico de Cochabamba”, su feudo sindical y político, y también a sus líderes, entre los que se mencionó a sí mismo y a los senadores oficialistas Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza.
“Yo no sé si eso, la DEA (está) dentro de algún ministerio o de algunos ministerios que trata de implicar y satanizar al movimiento campesino del trópico de Cochabamba”, manifestó Morales.