El Parlamento cubano aprueba el nuevo código penal en una sesión extraorodinaria

Fotografía de archivo del Palacio de Convenciones durante una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), hoy en La Habana (Cuba). EFE/Ariel Ley Royero

La Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) de Cuba aprobó este domingo un nuevo Código Penal que incluye 37 nuevos delitos y prohíbe, entre otras cosas, el financiamiento externo de medios de prensa además de reforzar las sanciones relacionadas con la corrupción.

La nueva norma -aprobada por unanimidad en esta sesión extraordinaria del Parlamento, y a casi un año de las protestas antigubernamentales del 11J- entrará en vigor dentro de 90 días a partir de su publicación en la Gaceta Oficial de la República.

Los diputados dieron el visto bueno al proyecto en una sesión en la que estuvo presente el presidente Miguel-Díaz Canel, y el exgobernante del país caribeño, Raúl Castro (2008-2018).

“Cuba contará con una ley moderna, justa y atemperada a la realidad socioeconómica del país”, afirmó el presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), Rubén Remigio Ferro, al presentar el texto de la legislación que sustituye a la de 1987.

CRÍTICAS DE LAS ONG

Activistas y opositores consideran que esta reforma acallará la protesta social y el periodismo independiente.

Sus impulsores, por otro lado, lo califican como “garantista” y actualizador, ya que el anterior -de 1987- no contemplaba delitos medioambientales, la cibercriminalidad y la violencia de género.

Originalmente el proyecto debió ser votado en abril en la ANPP, pero por motivos que no trascendieron su paso por el Legislativo se retrasó.

El nuevo código incluye 37 nuevos delitos como el de “desórdenes públicos” para penalizar “las alteraciones de esa naturaleza producidas en grupos o individualmente”.

En una nota de prensa difundida el sábado, la ONG con sede en Londres Artículo 19 advirtió de que el proyecto viola “diversas disposiciones del marco internacional de derechos humanos y se adoptan en un momento de mayor represión”.

Esta legislación no ha recibido tanta difusión mediática oficial como el Código de las Familias, una reforma que también se está tramitando actualmente en la ANPP después de tres meses de un proceso de consulta popular donde se ha explicado el contenido de este texto.

De igual forma, a diferencia del Código de las Familias, este proyecto no será sometido a referendo.

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