El Gobierno de Venezuela rechazó firmemente el informe anual de Estados Unidos sobre derechos humanos, que denunció la existencia de “presos políticos” en Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bielorrusia.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro calificó la actuación de EE. UU. como una agresión permanente contra los derechos del pueblo venezolano.
El comunicado también mencionó que el país norteamericano no tiene credibilidad para dar lecciones sobre derechos humanos, debido a su propia historia de invasiones, torturas y muertes, y agregó que para Estados Unidos, los derechos humanos son solo una herramienta política.
El documento anual destaca que los “gobiernos autoritarios” de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bielorrusia han condenado a cientos o miles de manifestantes pacíficos a largas e injustas penas de prisión. También señala que Rusia ha perpetrado “crímenes de guerra” en la invasión de Ucrania, como ejecuciones sumarias y violaciones de mujeres y niñas.
El Gobierno venezolano criticó a EE. UU. por su propia falta de acción en temas como la pobreza, el racismo policial institucionalizado y las medidas arbitrarias de privación de libertad de migrantes indocumentados. También mencionó las medidas coercitivas ilegales y unilaterales aplicadas por Estados Unidos contra al menos el 30% de la población mundial.