El político cargó contra el oficialismo y el Ministerio Público por un proceso reactivado en su contra, en medio del recrudecimiento de la persecución a los dirigentes opositores en su país.
El expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) cargó contra el oficialismo y el Ministerio Público por un proceso reactivado en su contra por un fallo internacional que obligó al Estado boliviano a pagar una multa millonaria a una empresa chilena en el que el opositor asegura no tener responsabilidad alguna.
Mesa explicó los antecedentes del caso conocido como Quiborax un día después de que una comisión mixta del Parlamento aprobara el inicio de un juicio de responsabilidades en su contra por supuestas resoluciones contrarias a la Constitución, incumplimiento de deberes y conducta antieconómica.
“Me van a enjuiciar por haber nacionalizado el salar de Uyuni y por haber expulsado a una empresa pirata e ilegal de Bolivia”, manifestó el exgobernante.