El Ejército de Liberación Nacional (ELN) se atribuyó la responsabilidad del atentado contra una patrulla de la Policía en el municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, Colombia.
En el ataque murieron dos policías y una mujer, y varios resultaron heridos.
El ELN afirmó que la acción fue parte de su lucha contra el aparato militar, estatal y paraestatal.
La guerrilla acusó a las fuerzas de seguridad de intimidar a los habitantes de la frontera y generar miedo en la población.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, condenó el ataque y prometió que no quedará impune.
Aunque el ELN está en conversaciones de paz con el Gobierno, todavía no se ha acordado un cese al fuego.
La región de Tibú, donde ocurrió el atentado, es parte del Catatumbo, una zona afectada por la presencia del ELN, disidentes de las FARC y otros grupos armados relacionados con el narcotráfico.