La medida busca recuperar el control del distrito que está bajo el mando de las bandas criminales que ahí operan.
Para intentar recuperar el control de Esmeraldas, la provincia ecuatoriana ubicada en la frontera norte del país, el gobierno ha planteado la instalación de tres cuarteles intermedios que reemplacen las Unidades de Policía Comunitaria, así lo anunció el secretario de Seguridad de Ecuador, Diego Ordóñez. Esmeraldas, a 300 kilómetros de Quito, cuenta con más de 420 homicidios sólo en 2022. La tasa de muertes violentas en esta provincia ha alcanzado los mismos niveles que Tijuana, en México.
La violencia en el país sigue incrementando. Según datos de la Policía Nacional, desde enero de este año, la provincia de Esmeraldas registra hasta el momento 416 muertes violentas, 179% más que los 149 homicidios en 2021. De esta manera, Esmeraldas se convirtió en la provincia con mayor número de muertes violentas en el Ecuador con un 63 por ciento.
Para luchar contra los grupos delictivos que operan en Esmeraldas, en junio de este año, el presidente Guillermo Lasso dispuso la conformación de una zona especial de seguridad comandada por una Fuerza de Tarea Conjunta. La orden de la Presidencia del Ecuador fue el despliegue de 1.200 miembros de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y alrededor de 2.000 policías. Dentro de la Fuerza de Tarea Conjunta actúan varias unidades de las fuerzas especiales de las Fuerzas Armadas.
La Fuerza de Tarea Conjunta es una unidad militar formada por personal del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Doctrinariamente tiene una organización temporal hasta el cumplimiento de una misión específica, según se lee en la Política de la Defensa Nacional del Ecuador, conocida como Libro Blanco. Con el incremento de los hechos violentos en Esmeraldas, el gobierno ha planteado la instalación de los cuarteles intermedios de Policía como parte del nuevo modelo de gestión de la institución. Se espera que en esos cuarteles existan al menos 200 policías.
Actualmente, en las Unidades de Policía Comunitaria, trabajan alrededor de 20 policías, pero tienen turnos rotativos, lo que en la práctica provoca que en las unidades haya entre 2 y 3 agentes. Este pequeño número de policías impide que los uniformados puedan enfrentarse a las pandillas que operan en el lugar. A estos cuarteles intermedios también se los equipará con tecnologías de comunicación e inteligencia.