Alrededor de 14.000 indígenas de todos los puntos del país marcharon por las calles de Bogotá, capital de Colombia, este miércoles. A las movilizaciones se sumaron sindicalistas, trabajadores y estudiantes, para “apoyar las reformas planteadas por el Gobierno Nacional” y para pedir más acción ante la escalada de violencia contra sus pueblos.
La llamada minga indígena fue llegando desde el lunes para participar en la manifestación y buscando establecer una mesa de diálogo con el Gobierno en los próximos días. Los indígenas llenaron la Plaza de Bolívar como se esperaba.
La marcha destacó por la presencia masiva de niños y por las diferentes banderas que portaba cada grupo indígena para diferenciarse del resto, aunque el bastón de mando y las vuvuzelas que llevaban cada uno de los manifestantes los unía como si se tratasen de una misma comunidad. “Estamos marchando no a favor de Petro, sino a favor de las reformas planteadas por el Gobierno Nacional que nos van a beneficiar a todos los pueblos indígenas de Colombia”, dijo a EFE Guillermo Cabrales, miembro de la Consejería de DD.HH de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Con pancartas en las que podía leer “Nos movilizamos por la vida y el territorio” o “Por un territorio en paz y armonía en las familias indígenas”, además de cánticos como “¡Por mi raza, por mi tierra!”, los manifestantes fueron llegaron poco a poco al corazón de Bogotá donde les esperaba una actuación musical.
Pero los indígenas no estuvieron solos en Bogotá. Sindicatos como la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), trabajadores, estudiantes y políticos del partido de Gobierno, incluidos ministros y miembros del gabinete, se sumaron a la marcha para mostrar apoyo a las reformas a la salud, agrícola, pensional y a la educación.