Si bien en algunas zonas las llamas han sido controladas, aún no se ha logrado sofocarlas por completo en Chile. Asimismo, rigen alertas por posibles nuevos focos
La ministra portavoz del Gobierno de Chile, Camila Vallejo, adelantó este último viernes que la “extinción total” de los devastadores incendios que desde hace una semana arrasan en el centro sur del país no se dará antes de la primera quincena de marzo. El último parte ofrecido por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dio cuenta de 321 incendios activos, de los cuales94 están fuera de control.
En ese sentido, Vallejo remarcó la importancia de continuar con los trabajos ya que, aunque en algunas zonas se esté consiguiendo lentamente controlar la situación, ello no significa que el problema se haya resuelto. “Los incendios pueden estar controlados pero no extintos. Lo importante ahora es disponer de todas las capacidades para lograr controlar los incendios, que no se sigan expandiendo y, luego, viene el proceso de extinción para que no se reactiven”, mencionó al respecto.
Por otro lado, la portavoz se refirió a las condiciones climáticas adversas que han llevado a una alerta máxima por posibles nuevos grandes focos, principalmente en las regiones del centro. Es por ello que, más allá del combate directo del fuego, “lo importante es que no se generen nuevos incendios”.
De todas formas, luego de conocerse que un grupo de forenses italianos llegarán al país en los próximos días para investigar cómo comenzaron los incendios, la portavoz puso énfasis en que estos episodios no derivan únicamente del clima sino que surgen de la irresponsabilidad de las personas. “El cambio climático genera condiciones propicias para que un incendio se expanda pero el origen principal de los fuegos es, lamentablemente, la acción humana”, declaró.
Hasta el momento, las autoridades chilenas han detenido a 30 personas por encender fuego o por conductas imprudentes y a otro grupo por “interrumpir el combate del fuego”.
A una semana de desatados estos incendios forestales, la cifra de víctimas ya asciende a 24 mientras que son 360.00 las hectáreas quemadas. Junto con ello se han perdido 1.250 viviendas y han habido 5.500 damnificados en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Maule. Ante esto, el presidente Gabriel Boric dispuso un toque de queda en esas zonas que rige desde este jueves entre las 23:00 y las 05:00 horas.