Chile: Gabriel Boric toma postura sobre la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado de Pinochet

Créditos: @Cachoescalona1 / Twitter

El próximo 11 de septiembre se cumplirá medio siglo del derrocamiento de Salvador Allende que instaló la dictadura de Augusto Pinochet.

La conmemoración de los 50 años del golpe de estado que derrocó a Salvador Allende es un tema importante para el gobierno de Gabiel Boric, que ya encargó a distintas reparticiones del Estado la instrucción de organizar actividades en función de este hito marcó la historia chilena. En las últimas horas, la senadora comunista Claudia Pascual dijo esperar que la conmemoración, en septiembre próximo, sirva a Chile para “sanar la herida institucional” que provocó el quiebre democrático. Se trata, dijo, “de una profunda herida que le cuesta cerrar”.

Ya en el mes de noviembre de 2022, el Presidente lideró en La Moneda una reunión clave cuyo fin era abordar la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973. La iniciativa y convocatoria estuvo a cargo de la Comisión Asesora Presidencial y que incluyó como un asesor al ex convencional y cercano de Boric, Patricio Fernández. En esta reunión participó también la ministra de Cultura, Julieta Brodsky y una unidad técnica que formó una mesa de trabajo que reúne a los distintos ministerios para afinar lo que será el relato de lo que serán los homenajes y acciones del gobierno.

Según reveló el diario La Tercera, quienes acudieron a aquella reunión admitieron que el Presidente pidió que esta no sea una conmemoración “nostálgica ni tampoco polarizante”. Así, el objetivo del Ejecutivo es que este medio siglo desde el golpe de estado que instaló a Augusto Pinochet en el poder no ponga el énfasis en temas sensibles y conocidos como la violación de los derechos humanos, sino rescate como eje central de la conversación y el diálogo. 

Además, se busca destacar el valor de la democracia como espacio de promoción y preservación de los derechos fundamentales, y a partir de esas experiencias, generar una conversación que sea transversal, intergeneracional y que convoque a distintas miradas e integre a sectores políticos diversos. “Esto debe tener un ojo en la memoria, entendiendo que es lo que nos ayuda a la no repetición, pero también uno muy puesto en el presente y el futuro. Está en las antípodas de ser una cuestión de trincheras”, dijo al mismo medio, una fuente que tomó nota de las definiciones relatadas por Boric.

Entre las acciones que el gobierno espera impulsar en el marco de la conmemoración de este medio siglo desde el golpe de Estado se cuenta con el recuento de los espacios públicos alrededor del mundo que recuerdan la figura del Presidente Salvador Allende y las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en Chile durante la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet.

Lo que se ha propuesto el gobierno chileno es evitar que esta conmemoración contribuya a la división del país y, por el contrario, sea una instancia que contribuya a reinstalar las discusiones que tensionan el debate político con la derecha, el centro y la izquierda, justo en medio de un nuevo proceso constituyente tras el fallido primer intento que terminó con una dura derrota en las urnas para las propuestas reformistas. “No puede centrarse solo en el dolor y en el pasado, sino en una oportunidad histórica de pensar el futuro de la sociedad a partir de los aprendizajes que hemos construido”, recalcan en el gobierno.

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