El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, siguió su rápida recuperación tras haber sido sometido el viernes a una cirugía en la que se le implantó una prótesis de cadera y a otra, plástica, para retirar el exceso de piel en los párpados, y sus médicos estudian darle el alta este mismo domingo.
El mandatario, que cumplirá 78 años en octubre, “pasó la noche estable y sigue en recuperación, y ya caminó, subió y bajó escaleras con asistencia de fisioterapeutas”, según el boletín médico divulgado este domingo por el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, en donde el líder progresista fue ingresado el viernes.
La nota agrega que, ante las mejorías, el equipo médico responsable por sus cuidados, comandado por Roberto Kalil Filho, “evalúa la posibilidad de darle de alta este mismo domingo”.
La decisión dependerá de las evaluaciones y los exámenes que realicen hasta el final del día los médicos que viajaron de Sao Paulo a Brasilia exclusivamente para atender al gobernante.
La previsión inicial era que Lula sólo recibiría el alta el martes.
El jefe de Estado fue sometido a una “artroplastia total de cadera”, es decir a la sustitución de las articulaciones de la cadera por prótesis de titanio, para corregir problemas en la cabeza del fémur derecho provocados por la artrosis y que le causaban permanentes dolores, cada vez más fuertes.