Este jueves se realizó una incursión policial contra bandas del crimen organizado en la favela Complexo do Alemao. Esta es una de las favelas más grandes de Río de Janeiro, entre los fallecidos se encuentran una residente de la favela, de 50 años, y un policía de 38 años. Otro uniformado fue herido en el pie y trasladado a un hospital cercano.
Según el portavoz de la policía civil, 16 de los fallecidos eran sospechosos de pertenecer a bandas criminales. En la operación participaron unos 400 oficiales que ingresaron desde temprano a la favela ubicada al norte de la ciudad.
Además, se utilizaron cuatro aeronaves y diez vehículos blindados. En un video difundidos en las redes sociales se ve una ráfaga de disparos contra un helicóptero de la policía.
Las autoridades argumentan que buscaban a un a banda que se dedicaba al robo de automóviles y vehículos de carga, además del asalto a bancos. En el reporte, las autoridades afirmaron que los los equipos de la Policía Militarizada y Civil “fueron atacados a balazos en diferentes puntos del Complexo”. Al final del operativo se incautaron una ametralladora calibre .50 (capaz de derribar un helicóptero), cuatro fusiles y dos pistolas.
Según los residentes el operativo en realidad fue una masacre, además denunciaron que no les permitían ayudar a los heridos bajo amenaza de arresto. Testigos apuntan que al final de la violencia muchos salieron a corear desde sus ventanas: “¡Queremos paz!”. Según datos del Anuario de Seguridad Pública, en 2021 fallecieron más de 6,100 personas a manos de la policía.
El pasado 12 de julio se realizó otra intervención en la zona, en esa oportunidad fallecieron 6 personas. Estos operativos han generado la alerta de organismos de derechos humanos, quienes solicitan control de la fuerza por parte de los policías.
Meses atrás el Tribunal Supremo impuso condiciones a fin de reducir las muertes y violaciones de derechos humanos durante las incursiones policiales en favelas de Río de Janeiro. La corte ordenó que solo se debe usar fuerza letal después de agotar todos los otros medios para proteger la vida.