Cada cual en su plaza. Así cerraron los dos principales candidatos a la Presidencia de Colombia su campaña para las elecciones del próximo domingo: el izquierdista Gustavo Petro en Bogotá y el de derechas Federico “Fico” Gutiérrez en Medellín, mientras que el populista Rodolfo Hernández se paseó brevemente por su pueblo natal.
La Bogotá de izquierdas y la Medellín de derechas. Aunque no sea del todo cierto, esas son las apariencias y así han decidido visualizarlas los dos principales candidatos, que preparan sus últimas bazas para conseguir despegarse del populista Hernández, quien les respira en la nuca -sobre todo a Gutiérrez- al haber crecido notablemente en las encuestas.
El cierre de campañas en plaza pública se hace además en medio del ambiente enrarecido que han dejado las denuncias de la izquierda sobre un supuesto plan del Gobierno para suspender los comicios con el fin de favorecer a “Fico” Gutiérrez, que las instituciones, comenzando por el presidente Iván Duque, han desmentido.
La última encuesta de la firma Invamer, publicada el pasado viernes, le da a Petro una intención de voto del 40,6 %, seguido por Federico “Fico” Gutiérrez, de la coalición de derechas Equipo por Colombia, con el 27,1 %, y por el populista Hernández, con el 20,9 %.
LA BOGOTÁ DEL CAMBIO
Petro, el favorito para ganar las elecciones aunque no en primera vuelta, tuvo su primer encuentro con la gente en Zipaquirá, la ciudad que le vio crecer y entrar a las filas de la guerrilla del M-19, donde estuvo más de una década aunque en labores de enlace urbano más que en las armas.
Una ciudad que es también la de otro de los hijos ilustres de Colombia, el ciclista Egan Bernal, campeón del Tour de Francia y del Giro de Italia, quien ha copado titulares en la campaña por su apoyo acérrimo a “Fico” Gutiérrez.
Sin embargo, el gran cierre fue en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, que junto con la de Los Héroes, más al norte de la ciudad, durante más de tres años ha resignificado el descontento social.
En la Plaza de Bolívar, que acoge el Palacio de Justicia y el Capitolio, donde Petro se forjó como uno de los “congresistas más brillantes”, como se le suele nombrar, convergieron las protestas del paro nacional del año pasado y también comenzaron muchos de los disturbios reprimidos por la Policía que hicieron saltar las alarmas internacionales.
Protegido por un gran esquema de seguridad, con un atril de acero blindado y dos escoltas con escudos a los lados, Petro habló de recuperar la “dignidad” del pueblo ante una multitud.
Tras reivindicar la vuelta de “la dignidad” a Colombia como bandera de su campaña, Petro dijo refiriéndose a sus opositores: “Nos temen porque les vamos a sacar el poder”.
“Gobernaremos para quienes votan por nosotros y para quienes no votan por nosotros (…) no haremos una inquisición” ni un “tribunal de pureza”, añadió al indicar que, en caso de ganar la Presidencia, no habrá persecución a sus detractores.
LA CAMPAÑA PAISA
Por su parte, Gutiérrez, vestido con el carriel y el sombrero que identifica a la gente de su natal departamento de Antioquia, criticó las denuncias de Petro sobre una confabulación para suspender las elecciones.
“Eso es puro cuento de los que realmente ponen en riesgo la democracia. Quién va a aplazar unas elecciones, ¡por Dios! En ocho días la gente ya habrá votado y se sabrán los resultados que mostrarán que vamos a ganar la Presidencia”, manifestó Gutiérrez.
Pese a esa postura, subrayó que es “muy importante” que en las elecciones exista “confianza absoluta” y la presencia de veedurías nacionales e internacionales que den “garantías” a los colombianos.
LA IRRUPCIÓN DEL INGENIERO
Mientras tanto Rodolfo Hernández, en la línea de pocos mítines y una campaña tranquila, sin demasiados eventos ni viajes, vivió el cierre de la campaña como un paseo de domingo por las calles de su natal Piedecuesta, localidad del departamento de Santander cercana a Bucaramanga, la ciudad de la que fue alcalde entre 2016 y 2019.
Se hacen similitudes entre su campaña a la Alcaldía con lo que podría pasar en estas elecciones, pues nadie le daba entonces más del 4 % de posibilidades de llegar a ser alcalde y lo consiguió.
El “ingeniero”, como le conocen sus seguidores, saludó hoy a una multitud de espontáneos que lo rodeó en la plaza de Piedecuesta y luego entró a una tienda donde pidió una cerveza “bien fría”, tras lo cual se dirigió a su finca desde donde más tarde le habló a su gente por medio de una vídeollamada proyectada en un telón.