El fiscal general de Georgia, Chris Carr, presentó cargos de crimen organizado contra más de 60 personas en relación con sus protestas por las controvertidas nuevas instalaciones de capacitación policial y de seguridad pública de Atlanta.
Un total de 61 personas han sido acusadas de violar la Ley de Organizaciones Corruptas e Influidas por Chantistas (RICO) de Georgia. Varios de los acusados también enfrentan cargos separados de terrorismo interno; intento de incendio intencional en primer grado; y lavado de dinero.
Como se alega en la acusación, los acusados son miembros de Defend the Atlanta Forest, que Carr describió el martes por la tarde como una organización extremista anarquista, antipolicial y antiempresarial. De los 61 acusados, 13 son de Georgia.
La iniciativa “Stop Cop City” se ha prolongado durante más de dos años y, en ocasiones, ha desembocado en vandalismo y violencia, y los manifestantes han sido acusados de arrojar piedras y cócteles Molotov a agentes encargados de hacer cumplir la ley. La acusación enumera 225 incidentes en los que supuestamente los acusados trabajaron juntos para detener la construcción de la instalación