El miércoles, Georgia Power Co. reveló un acuerdo con el regulador para adelantar la construcción y adquisición de más capacidad de generación eléctrica antes de lo programado, asegurando que este acuerdo conllevará a la reducción de tarifas para los clientes actuales.
El director financiero de Georgia Power, Aaron Abramovitz, afirmó el miércoles ante la Comisión de Servicios Públicos de Georgia que esperan que los ingresos generados por las ventas de energía a clientes adicionales de grandes cargas contribuyan a disminuir las tarifas para todos los clientes.
Sin embargo, ambientalistas y defensores de los clientes expresaron dudas sobre un plan que permitiría a la unidad de Southern Co., con sede en Atlanta, comprar energía y construir nuevas plantas de combustibles fósiles sin un proceso competitivo. El uso de estas fuentes resultaría en mayores emisiones de dióxido de carbono que afectan el clima en comparación con la generación solar, otras fuentes renovables y la conservación.
Jennifer Whitfield, abogada del Southern Environmental Law Center, comentó en un comunicado que este acuerdo representa una oportunidad para eludir los procesos regulatorios establecidos para salvaguardar a los contribuyentes. Advirtió sobre la expansión de combustibles fósiles contaminantes y de costos impredecibles, y criticó que el acuerdo permitiría a Georgia Power evitar pasos cruciales para proteger a los clientes del aumento en las facturas de energía.
Se espera que la comisión de cinco miembros vote sobre el plan el 16 de abril. Aunque no están obligados a aceptar el acuerdo de conciliación entre Georgia Power y su propio personal, estos acuerdos suelen tener un gran impacto.