Georgia asume de nuevo el rol decisivo en la composición del Senado de EE.UU.

En 2021, en segunda vuelta, Georgia otorgó el poder del Senado estadounidense a los demócratas. Un año antes, en las presidenciales, fue el estado donde el resultado entre Joe Biden y Donald Trump acabó más ajustado, y en las legislativas del próximo 8 de noviembre acapara de nuevo un rol decisivo.

No es el único lugar de Estados Unidos donde el recuento puede cambiar el color político de la Cámara Alta, actualmente en manos demócratas solo por el voto de desempate de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, pero sí uno que, por su división casi quirúrgica, según las encuestas, concentra las miradas.

En ciudades como Savannah, en plena costa este, los pocos carteles electorales que se ven en los porches de sus casas unifamiliares son reflejo a pequeña escala del reparto en el resto del estado: demócratas a favor de Raphael Warnock hacia el núcleo urbano y republicanos partidarios de Herschel Walker más a las afueras.

El primero, un pastor bautista que intenta revalidar el cargo, y el segundo, una antigua estrella del fútbol americano públicamente antiabortista pero acusado por la madre de uno de sus cuatro hijos de haberle pagado una interrupción del embarazo, se enfrentaron este viernes en su único debate cara a cara antes de las elecciones del 8 de noviembre.

Su futuro duelo en las urnas, como el que tenga lugar entre los respectivos candidatos de Pensilvania, Arizona, Nevada o Nuevo Hampshire, otros estados sin un ganador claro, decidirá si el Senado sigue o no bajo control demócrata.

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