El Aeropuerto Hartsfield-Jackson experimenta una escasez de inspectores de seguridad que estén disponibles para trabajar todos los días. Según los funcionarios del aeropuerto, a diario cuentan con 100 inspectores.
Sin embargo, no todas las ausencias son por casos positivos al virus. Algunas se deben a protocolos estrictos y al entorno de trabajo de proximidad.
Cuando un trabajador informa haber dado positivo, los gerentes deben enviar a casa a los otros cuatro empleados que estuvieron en contacto cercano durante los turnos. “Hacemos esto por precaución”, dijo Mark Howell, un vocero del aeropuerto.
Howell detalló que debido a que el volumen de pasajeros actualmente es bajo, los gerentes están haciendo que todo funcione con un impacto mínimo en ellos.
Ante esto, esperan que la situación mejore en los próximos días con menos casos positivos al COVID-19. Cabe resaltar que el número de bajas ha ido en aumento desde navidad.
Recientemente se han contratado a veinte empleados adicionales para ayudar.