Se cumplió un año desde que un hombre armado abrió fuego en spas en el condado de Cherokee y la ciudad de Atlanta, matando a ocho personas. Seis de las víctimas eran mujeres asiáticas.
Robert Aaron Long se declaró culpable de los tiroteos en el condado de Cherokee, pero no culpable de los cargos en el condado de Fulton.
La fiscal de distrito, Fani Willis, ha estado presionando por cargos de pena de muerte y delitos de odio. Willis dijo que es el primer caso de pena de muerte que persigue desde que fue elegida fiscal de distrito y se produce después de horas de consulta con las familias de las víctimas.
El caso de los tiroteos en el spa también marca la primera vez que su oficina ha utilizado la nueva ley de delitos de odio del estado, ya que cuatro de las víctimas de asesinato fueron presuntamente atacadas porque eran mujeres asiáticas.
Willis sugiere que incluso si no pudiera imaginar un caso que le valiera la pena de muerte, los delitos de los que se acusa a Long alguna vez fueron inimaginables para ella, y que incluso si nunca tuvo la intención de buscar la pena de muerte, el aviso del estado de la intención de solicitar la pena de muerte fue lo correcto.