Luis Miguel y su novia, la diseñadora Paloma Cuevas ya no esconden su amor, fueron a una boda a París y se dejaron ver juntos y sonrientes, ambos muy elegantes, y el cantante mexicano, que ha causado euforia en su país en las últimas semanas por la exitosa venta de boletos para sus shows, tuvo un reencuentro con fans y sorprendió cómo se portó con ellas.
Luismi y Paloma Cuevas han llevado con cautela y discreción su romance después de que la diseñadora española se divorciara hace dos años del examigo de Luis Miguel, el torero retit¿rado Enrique Ponce, con quien procreó a dos hijas, quienes han sido captadas con el intérprete de “O tú o ninguna” en momentos muy familiares.
Después de que Ponce apareciera con su nueva pareja Ana Soria, de 24 años, parece que Paloma no piensa “ocultar” más su relación con el artista mexicano, quien vive una de sus mejores etapas, enamorado, con una gira mundial en puerta y con nuevo aspecto que tiene enloquecidas a sus fans.
Así que Paloma y Luis Miguel asistieron a la boda del hijo de una amiga de ella llamada Rosa Clará, de acuerdo a Europa Press, viajaron este viernes en avión privado para llegar a la preboda y fue allí donde fueron captados; Paloma impactó con un conjunto de color negro que, a priori, parecía un vestido. Un dos piezas formado por falda larga y top, ideal para un noche en París.