El cantante fue hallado culpable un tribunal federal de Chicago, Illinois, de atraer a niñas menores para tener relaciones sexuales con él. Robert Sylvester Kelly, conocido artísticamente como R. Kelly, fue sentenciado a 30 años de prisión en junio por crimen organizado y tráfico sexual.
El intérprete fue hallado culpable de seis de los 13 cargos imputados en su juicio. “R. Kelly es un depredador. Esta es una victoria para sus víctimas, la justicia y para los futuros sobrevivientes de agresión sexual”, dijo Breon Peace, fiscal federal.
El juicio de R. Kelly es el primero desde el inicio del movimiento #MeToo en las que la mayoría de las denunciantes son mujeres afroamericanas. También ha sido la primera vez que Kelly es condenado tras años de rumores de abusos a mujeres y niñas.
Con 45 testigos, entre ellos 11 víctimas, se pudo demostrar la red criminal que el cantante construyó usando su fama. Las historias mostraron un patrón de conducta, el cual iniciaba con las víctimas viendo una presentación del músico en centros comerciales. En estos eventos lo conocían y sus asistentes les brindaban el contacto de Kelly.
Las víctimas aseguran que se les prometía una ayuda para crear una carrera musical. Una vez en contacto, era adoctrinadas para mantener relaciones sexuales al antojo del músico quien las controlaba con “medios coercitivos”. Se recurría al aislamiento y medidas disciplinarias crueles, como se demostró en algunas grabaciones.