En una publicación compartida en su cuenta personal de Facebook, el joven mexicano, José Daniel Vargas, brindó un inspirador mensaje de esfuerzo y perseverancia al lograr graduarse como cirujano dentista en la Facultad de Medicina Midwestern University en Downers Grove, Illinois.
En el post, el joven proveniente de Moultrie, Georgia explicó que el camino para convertirse en un profesionista de la salud ha sido difícil y de inmensos sacrificios. Daniel acompañó su post con dos fotografías de él en un traje de vestir y otra de cuando tenía 14 años, y trabajaba turnos de 12 horas recogiendo tomates, pepinos y pimientos seis días a la semana por menos del salario mínimo.
“Recuerdo no poder pararme derecho después de un día completo de cosecha. También tenía que esconderme debajo de un camión en movimiento solo para encontrar sombra del clima de 100 grados. Recuerdo tener toda la cara cubierta de suciedad y espantar moscas solo para poder comer en mi hora de almuerzo de 15 minutos”, se lee en el inspirador texto.
Además, platicó los duros momentos que atravesó como migrante para continuar persiguiendo su propio sueño americano. “Despertaba todos los días sabiendo que el trabajo te va a quebrar físicamente. Tenía que superar el miedo de ser arrestado por conducir a la escuela todos los días cuando no te permiten una licencia”, contó. Agregó que durante su travesía tuvo que arriesgar muchas cosas por una educación que no estaba garantizada, pues la mayoría de las facultades de odontología prohíban cualquier solicitud debido a su estatus legal en el país.
Jorge explicó haber vivido en una casa rodante toda su vida y es del seno de una familia trabajadora mexicana de clase baja. El joven hidalguense reafirmó su mensaje compartiendo que nada era imposible cuando se tenía corazón, esperanza y apoyo de la familia.
El amor de la familia puede vencer todas las adversidades
En un acercamiento con Jorge, nos compartió que la escuela de Medicina tenía un costo de alrededor de $100,000 dólares por año por lo que sus padres se vieron en la necesidad de trabajar turnos dobles y dedicarse a la siembra de nopales para generar ingresos extras que ayudaran a costear la educación de su hijo. “Los dos trabajaban de lunes a domingo sin parar. Todo por ver mi sueño realizado. A pesar de las ganas que le ponga a la escuela y mi hambre de seguir adelante, todo esto nunca hubiera ocurrido sin ellos”, aseveró el joven de 27 años.
Al final del texto, Jorge Daniel brindó un mensaje para todas las personas que se encuentran en la búsqueda de un sueño fuera de sus países. “A todos mis desvalidos que han venido desde muy pequeños, que tal vez sienten que están en un callejón sin salida o que están persiguiendo algo fuera de su alcance… Mantengan la cabeza erguida, aprieten los dientes y muestran el mundo lo que puedes hacer. A mi familia, mis amigos y a todos mis hermanos y hermanas indocumentados y DACA, ¡Nosotros lo hicimos!”
“Todo esto lo siembran atrás de la casa. Luego, lo piscan, pelan, y lo venden en la pulga. Solo así hemos podido salir adelante”