La historia de un comedor “Antonieta Zevallos de Prialé” pan y esperanza

Alma Montesinos (58), Annabelly Bazalar Medina (36), Nayla Dávila Dahua (38) , Elmer Paterson Sanders (61) y Daniel Díaz (52). Foto: Cortesía

Desde un humilde local ubicado en el Callao-Perú, un equipo perteneciente al Partido Aprista Peruano ayuda diariamente a cientos de familias a través de ollas de alimentos comunes, los cuales benefician a más de 80 familias por día gracias a sus distintos programas de desayunos, almuerzos y lonches.

El frío intenso de La Perla, distrito costeño peruano, no impide la labor diaria del equipo humano que conforma el comedor popular “Antonieta Zevallos de Prialé”, acentuado en un pequeño local recientemente recuperado desde donde se reparten desayunos y lonches. De lunes a sábado, la fuerza inquebrantable de los compañeros permite que más de 60 familias se beneficien con los menús nutritivos que ofrecen a los más necesitados a precios razonables.

“La idea es que más personas puedan acceder al servicio y mantenerlo a través de un cobro simbólico que pueda permitir su continuidad”, señala Daniel Díaz, presidente del Consejo Directivo de las Juntas de Delegados Vecinales Comunales del distrito de La Perla.

La labor humanitaria que realizan en el distrito es ad honorem; es decir, que no reciben remuneración por la ayuda que brindan a los vecinos del lugar.

La idea nació durante la pandemia, frente a la necesidad constante de alimentación que se vive en el distrito, por lo que un 5 de junio del 2021 los compañeros iniciaron la repartición de esperanza para cientos de familias que buscaban pan con libertad*. Los lonches se dan los lunes, miércoles y viernes desde las 5 p. m. y estos benefician a 58 familias que gracias al programa pueden dormir con los estómagos tranquilos.

“Las madres de familia nos contaron que los niños no comían después del almuerzo hasta el día siguiente, por lo que se pensó en el programa de lonches. Siempre tratamos de priorizar en base a la realidad y necesidad de nuestros compatriotas”, apuntó Daniel Díaz.
El optimismo crece y con el tiempo se espera concretar en el local programas de ping-pong para niños y jóvenes, así como terapias para niños con discapacidad.

“Pan con libertad” *Frase de Victor Raúl Haya de La Torre, líder histórico-político del APRA, de quien se sigue replicando su ideología al día de hoy.

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