Autoridades identificaron a todas las víctimas, la mayoría tenía entre 8 y 10 años. Dos maestras de origen latino dieron la vida por sus alumnos
El tiroteo contra una escuela de Uvalde, Texas dejó 19 estudiantes muertos. La mayoría de ellos tenían entre 8 y 10 años. Además, las otras víctimas fueron dos maestras que dieron la vida por sus alumnos.
La escuela se caracteriza por ser de mayoría latina, al tener el 90% de sus estudiantes de origen hispano. Además, según señalan los datos de la Escuela Secundaria Robb, el 81% presenta desventajas económicas.
Rogelio Torres (10 años) En primer lugar, fue dado por desaparecido pero después de más de diez horas la familia recibió la peor de las noticias. “Me rompe el corazón decir que mi Rogelio ahora está con los ángeles. Siempre te extrañaré y te amaré mi ángel”, escribió su prima en Twitter. 
Tess Marie Mata (10 años) Era una estudiante de cuarto grado en la Escuela Primaria Robb. «A mis ojos no eres una víctima sino una sobreviviente. Te amo», fue el entrañable mensaje con el que se despidió de ella su hermana mayor, Faith, en las redes sociales. 
Uziyah García (8 años) Tenía 8 años y cumpliría 9 en el próximo verano. El abuelo declaró que “era el niño más cariñoso que se pueda imaginar y aficionado al béisbol”. 
Xavier Lopez (10 años) Su madre, Felicha Martínez, ha contado a The Washington Post que solo unas horas antes del tiroteo había participado en una ceremonia de fin de curso en la escuela. “Era un niño divertido, nunca se ponía serio y su sonrisa… esa sonrisa que nunca olvidaré”, dijo, “subía el ánimo de cualquiera”. 
Amerie Jo Garza (10 años) Según las autoridades, fue la primera en morir. El tirador entró en la clase, y dijo a los niños: “Van a morir”. Entonces, Garza trató de llamar al teléfono de emergencias, y el asesino le disparó sin mediar palabra. “Estaba sentada justo al lado de su mejor amiga, y esta acabó cubierta de sangre”, ha dicho la bisabuela de la pequeña. 
Eliahana Torres (10 años) Hasta el último momento, su familia mantuvo la esperanza de que esté viva. Su bisabuelo estuvo horas en la escuela esperanzado. “Espero que esté viva”, decía. No logró su deseo. “Era una joven hermosa y con mucha energía”, destacó. 
Irma García (46 años) Era madre de cuatro hijos y dedicó 23 años a la enseñanza en la escuela de Texas. “Mi tía no lo logró, se sacrificó protegiendo a los niños. Murió como una heroína», escribió una de sus sobrinas en una red social. 
Eva Mireles (44 años) Eva Mireles (44 años) La profesora llevaba 17 años dando clase en el distrito escolar de Uvalde. Fue asesinada mientras hacía de escudo en un intento de proteger la vida de sus alumnos. 
Alithia Ramirez (10 años) Sus padres la buscaron hasta el último momento. Una foto suya circuló por las redes sociales hasta que confirmaron su muerte. 
Annabell Guadalupe (10 años) Murió en clase de tercer grado. En una desesperante experiencia compartida por muchos de los familiares, pasaron horas en la escuela tratando de confirmar la terrible noticia. 
Los primos Jayce y Jailah (10 años) La muerte fue confirmada por la madre de Jayce, quien había perdido a su esposo una semana antes. 
Layla Salazar (10 años) Su padre, Vicent, recuerda que «le gustaba correr, nadar, pero sobre todo colgar vídeos bailando en Tik Tok». En la imagen celebra la victoria en varias carreras celebradas en la escuela. 
Los primos Jayce y Jailah (10 años) La muerte fue confirmada por la madre de Jayce, quien había perdido a su esposo una semana antes. 
Lexi Rubio (10 años) Su madre contó al anunciar que su hija estaba entre las víctimas de Salvador Ramos que había recibido esa mañana un premio al rendimiento académico. 
Miranda Mathis (11 años) Su muerte fue confirmada por Deanna Miller, su prima, cuyos hijos también estaban en el momento del ataque, pero pudieron refugiarse al escapar por una ventana. 
Jackie Cazares (10 años) Es la prima de Annabell Guadalupe Rodríguez, otra de las escolares asesinadas. “Mis dos hermosas sobrinas Jackie y Annabell nos fueron arrebatadas demasiado pronto”, dijo la tía de ambas. 
Ellie Lugo (10 años) “Es difícil emitir una declaración en un momento en el que mi cabeza va a mil por hora…”, reconocía Steven Lugo, padre de la menor. 
José Flores (10 años) Estaba en cuarto de la Escuela Primaria Robb. Le encantaba jugar al béisbol y a los videojuegos. Su tío Christopher Salazar confirmó la muerte de su sobrino. 
Maite Yuleana (10 años) La mañana del tiroteo recibió el reconomiento como una de las mejores estudiantes de su curso. 
Salvador Ramos, el responsable
El joven cumplió 18 años y se compró un arma de fuego de alto calibre. Días después se compró la segunda junto con municiones. Ramos primero le disparó a su abuela en su casa y luego huyó de la escena, dijeron las autoridades. La abuela fue trasladada en avión a un hospital y para el miércoles por la mañana se encontraba aún con vida, dijo el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés).
Continúan los eventos
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) confirmó que sigue adelante con su convención anual en Houston (Texas, EE.UU.), prevista para este fin de semana, pese a las críticas por el tiroteo.
En un comunicado publicado en Twitter, la NRA expresó su “más profunda” compasión hacia las familias y las víctimas del “crimen horrible y malvado”. La NRA destacó en su nota que, pese a que las investigaciones sobre ese suceso siguen en marcha, se trata del “acto de un criminal solitario perturbado”.
VIOLENCIA CON FUEGO
Según datos de Gun Violence Archive, que documenta la violencia con armas de fuego, 17.202 personas perdieron la vida por algún tipo de arma; 7.632 perdieron la vida en asesinatos, por disparos no intencionados o autodefensa, mientras que 9.570 se suicidaron con esta clase de armamento.
Desde comienzos de este año, se han producido 213 tiroteos “masivos” y 10 “asesinatos en masa”. Gun Violence Archive define como tiroteos masivos aquellos con cuatro o más personas heridas o muertas por disparos sin contar al autor de los mismos.
La organización considera como asesinatos en masa los que tienen cuatro o más muertos y matiza que, a efectos estadísticos, estos los ve como un “subgrupo” de los tiroteos masivos.