Tras asalto a embajada, México denunciará a Ecuador. Desde EE.UU. rechazan ”violación de Convención de Viena” ante accionar ecuatoriano.
México denunciará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el asalto policial a su Embajada en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, hizo el anuncio en una conferencia de prensa en el Aeropuerto de Ciudad de México, donde recibió a los diplomáticos de su país que abandonaron Ecuador, luego de la ruptura de relaciones con el gobierno de Daniel Noboa.
“Estaremos acudiendo a la CIJ, donde presentaremos este triste caso (…). Creemos que lo podemos ganar rápidamente”, dijo Bárcena. El objetivo de México es que la Corte “conmine al Estado de Ecuador a reparar el daño”, agregó.
La escalada diplomática entre los dos países tuvo su punto culminante la noche del viernes, cuando policías ecuatorianos irrumpieron en la Embajada mexicana en Quito para capturar a Glas, acusado de corrupción y refugiado allí desde diciembre de 2023, aduciendo una persecución política.
Horas antes, el exvicepresidente de 54 años había recibido asilo político. Tras el asalto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador declaró la misma noche del viernes la inmediata ruptura de las relaciones. La irrupción policial a la Embajada, sin precedente en la historia reciente, fue condenada por numerosos países del continente americano, España y la Unión Europea, así como organismos como la ONU y la OEA.
Nicaragua emuló a México y también rompió relaciones con Ecuador, al que se acusa de no haber respetado “la inviolabilidad” de las instalaciones diplomáticas, consagrada en la Convención de Viena de 1961. Asimismo, el presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que convocó a su embajadora en Ecuador, Segundina Flores.
Diplomáticos mexicanos de regreso de Ecuador
“Condenamos enérgicamente esta violenta irrupción”, reiteró Bárcena en el aeropuerto, acompañada por la embajadora Raquel Serur y el jefe de misión, Roberto Canseco, quien apareció con un cuello ortopédico tras sufrir una “agresión física” a manos de policías. El diplomático, quien trató de impedir el asalto, subrayó la necesidad de sancionar lo ocurrido: así “desanimamos a que en el futuro se tomen estas acciones”.
La embajadora, a quien por momentos se le quebró la voz, dijo que “el atropello es de tal magnitud” que el gobierno de Noboa no puede “dimensionar” lo que le hizo al pueblo de Ecuador. Bárcena resaltó que México no solicitará que los diplomáticos ecuatorianos dejen el país y que se garantizará la seguridad de su Embajada, al exterior de la cual se han reunido unas decenas de manifestantes.
El grupo de 18 personas, entre diplomáticos y sus familiares, llegó en un vuelo comercial al mediodía, tras ser acompañados al aeropuerto que sirve a Quito por los embajadores de Alemania, Panamá, Cuba y Honduras, quienes vigilaron que se respetara su integridad.
México cerró indefinidamente su Embajada y estableció una plataforma electrónica para atender a los cerca de 1.600 mexicanos y 30 empresas presentes en Ecuador. Bárcena dijo, además, que han establecido una “pausa” en las conversaciones sobre comercio internacional.
México y Ecuador negociaban un tratado de libre comercio como condición para que el país sudamericano pudiera incorporarse a la Alianza del Pacífico, bloque conformado también por Colombia, Chile y Perú, y así tener acceso al mercado asiático. Sin embargo, Quito mantiene negociaciones directas con China y otros países de dicho continente.
Tensiones entre México y Ecuador
La crisis diplomática comenzó cuando López Obrador planteó un paralelismo entre la violencia que marcó la campaña presidencial ecuatoriana de 2023, con el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, y la criminalidad que se registra en México rumbo a las elecciones del 2 de junio.
Según el mandatario mexicano, el crimen de Villavicencio creó un “ambiente enrarecido de violencia” que provocó la caída en las encuestas de la candidata izquierdista Luisa González y el repunte de Noboa, que resultó ganador. Luego, Quito declaró persona “non grata” a la embajadora mexicana, a lo que López Obrador respondió otorgando el asilo a Glas.
El jefe de Estado ecuatoriano tachó esta protección como un “ilícito” y defendió el operativo, alegando un “abuso de las inmunidades y privilegios” concedidos a la misión diplomática.
Glas, que fue vicepresidente en el gobierno de Rafael Correa (2013-2018), apareció con el rostro desencajado, esposado y rodeado de guardias. Fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil, conocida como “La roca”, según fuentes gubernamentales.
Correa, exiliado en Bélgica desde 2017 y condenado en ausencia a ocho años de prisión por corrupción, calificó a lo ocurrido de “locura” y sostuvo que Glas “tiene dificultades para caminar porque fue golpeado”.
México, que durante un siglo ha recibido a miles de perseguidos políticos, solo había roto relaciones con la España de Francisco Franco, con Chile de Augusto Pinochet y la Nicaragua de Anastasio Somoza.
Apoyan a México
Varios países latinoamericanos han comunicado al unísono su respaldo a México frente a la incursión protagonizada por la Policía de Ecuador en la Embajada mexicana en el país para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
Venezuela, Cuba, Bolivia, Brasil, Colombia, Honduras, Chile o Argentina han rechazado la incursión policial ecuatoriana, lo cual ha sido agradecido por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. “Agradecemos la solidaridad de mandatarios, dirigentes y organizaciones civiles de distintos países y del nuestro tras el asalto de la Embajada de México en Ecuador”, ha publicado en X.
El mandatario mexicano ha destacado además la labor del personal diplomático mexicano. “Diplomáticos de nuestra patria: no están solos. Han dado muestra de dignidad y decoro, como quedó de manifiesto con la actitud de Raquel Serur, nuestra embajadora, y de Roberto Canseco, jefe de cancillería de la embajada”, ha destacado en referencia a Canseco, el jefe de la misión diplomática mexicana en Quito, quien fue objeto de la violencia de las fuerzas de seguridad ecuatorianas durante la operación.
La OEA también ha proporcionado su respaldo a México. La Secretaría General de la OEA, encabezada por el uruguayo Luis Almagro, condenó la decisión de la Policía Nacional ecuatoriana. Almagro expresó su rechazo a “cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo” la inviolabilidad de la que gozan las misiones diplomáticas y reiteró la “obligación” que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales.
En ese contexto, la Secretaría General manifestó su “solidaridad con quienes fueron víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la embajada de México en Ecuador”.
Asimismo, Almagro, pidió “diálogo” a México y Ecuador y anticipó que pedirá una reunión del Consejo Permanente del organismo para abordar las tensiones entre ambos países.
En un comunicado, la Secretaría General de la OEA, encabezada por Almagro, hizo un llamamiento “al diálogo entre las partes para resolver sus diferencias” y estimó “necesaria” una reunión del Consejo Permanente de la organización.
Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell resaltó “el incumplimiento de la Convención de Viena de 1961” e instó a “respetar el derecho internacional diplomático”.
EE.UU.: Rechazamos accionar ecuatoriano
El Departamento de Estado de EE.UU. manifestó su rechazo ante la irrupción de la Policía de Ecuador en la Embajada de México en Quito y exhortó a los dos aliados de Washington a “resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales”.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que “Estados Unidos condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticasy se toma muy en serio las obligaciones de los países bajo la ley internacional de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas”.
”México y Ecuador son socios cruciales de los Estados Unidos y ponemos un alto valor a nuestras relaciones con ambos países. Urgimos a las dos naciones a resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales”, añade el comunicado del Departamento de Estado.