Irán excarcela a cinco estadounidenses tras polémico canje. Pacto lleva a Biden a descongelar $6,000 millones. También implica liberación de cinco iraníes bajo custodia estadounidense.
Irán y Estados Unidos intercambiaron prisioneros después de que casi 6,000 millones de dólares en activos iraníes congelados fueran liberados por el Gobierno de Joe Biden, un elemento clave del canje que desató polémica en Washington D.C.
Un avión llevó a Catar a los cinco estadounidenses que permanecían presos en Irán, poco después de que se confirmara la transferencia de los fondos. Dicha transacción, criticada por la oposición republicana, era una condición clave para conseguir la liberación de los cinco estadounidenses víctimas de detención arbitraria en Irán, según el gobierno de Joe Biden.
El canje, acordado en agosto, fue el fruto de meses de negociaciones entre Estados Unidos e Irán bajo la mediación de Catar, ya que Teherán y Washington no tienen relaciones diplomáticas.
“Catar notificó a los funcionarios iraníes y estadounidenses que los 6,000 millones de dólares fueron transferidos desde Suiza a cuentas en Catar”, dijo la fuente cercana a las negociaciones que habló bajo condición de anonimato.
Los fondos, producto de la venta de crudo iraní, fueron inmovilizados después de que Estados Unidos se retirara en 2018 de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Teherán durante el gobierno del republicano Donald Trump.
Esta salida del pacto implicó la reinstauración de las sanciones financieras contra Irán.
En cuanto a los rehenes liberados, dos de los cinco estadounidenses han preferido que no se revelara públicamente su nombre. Entre quienes sí fueron identificados está el empresario Siamak Namazi, nacido en Teherán, que fue detenido en 2015 y condenado a 10 años de cárcel en 2016 por espionaje, unos cargos que su familia niega.
Los otros son el ambientalista Morad Tahbaz, quien según la BBC fue arrestado junto a ocho conservacionistas iraníes acusados de recolectar información clasificada cuando trabajaban con cámaras para monitorear a guepardos asiáticos, una especie en peligro de extinción. El tercero de los identificados es el inversor Emad Sharqi, condenado a diez años de cárcel por espionaje.
La semana pasada, la agencia oficial Irna anunció las identidades de los iraníes presos. Entre ellos destacan Reza Sarhangpour y Kambiz Attar Kashani, acusados de eludir las sanciones estadounidenses contra Irán.
Un tercer preso, Kaveh Lotfolah Afrasiabi, fue detenido en su casa cerca de Boston en 2021 acusado de ser un agente iraní. Además, fueron incluidos en este canje, Mehrdad Moein Ansari y Amin Hasanzadeh, acusados de estar vinculados a las fuerzas de seguridad iraníes.
Entre los iraníes liberados, “dos regresarán a Irán, otro viajará a un tercer país debido a la presencia allí de su familia y los dos últimos se quedarán” en Estados Unidos, según Kanani.
La Casa Blanca negó que el desbloqueo de los fondos iraníes equivalga al pago de un rescate por los presos y añadió que tampoco es “un cheque en blanco”.
El gobierno de Joe Biden ha insistido en que Irán sólo puede utilizar este dinero para comprar alimentos, medicinas e insumos humanitarios. Un portavoz iraní aclaró que estos fondos van a permitir “comprar todos los bienes no sancionados”, no solo alimentos y medicinas.
SIGUEN TENSIONES
Irán y Estados Unidos están enfrentados desde la Revolución Islámica de 1979, que derrocó a un monarca prooccidental.
Biden, que es demócrata, buscó restablecer el histórico acuerdo internacional de 2015 que implicó el levantamiento de las sanciones contra Irán a cambio de garantías de que Teherán acotaría su programa nuclear a fines civiles.
Pero las negociaciones cayeron en un punto muerto.
Para algunos expertos, este acuerdo alcanzado tras unas discretas negociaciones muestra que las tensiones entre Irán y Estados Unidos se han ido rebajando, pero no anticipa ningún avance sobre el programa nuclear iraní.