El Gobierno de Nicaragua los acusa de “traición a la patria”. Centro Nicaragüense de Derechos Humanos advierte que “represión no ha terminado”.
El gobierno de Nicaragua liberó y expulsó a 222 opositores a Estados Unidos. Ellos fueron deportados vía aérea.
En este nuevo capítulo de la crisis en Nicaragua, el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua, hizo pública la sentencia que estipula la “deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”. Asimismo, señaló que los opositores son “traidores a la patria”. “Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por diferentes delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública”, apuntó Rothschuh.
Los nicaragüenses recibieron un permiso humanitario por parte de Estados Unidos. Esto les permitirá vivir y trabajar en el país, según lo señala un funcionario del Departamento de Estado. Cabe resaltar que los 222 se enteraron de que habían sido liberados y expulsados en las puertas del avión que los llevó de Managua a Washington. Entre los pasajeros se incluye al opositor Félix Maradiaga, siete líderes que intentaron disputar la Presidencia al actual mandatario Daniel Ortega, líderes estudiantiles como Lesther Alemán y Max Jérez, y cinco sacerdotes.
Ante la noticia, varios activistas nicaragüenses a favor de la democracia exiliados en nuestro país tuvieron sentimientos encontrados. “Es algo muy, muy emocionante, pero al mismo tiempo tenemos que tomarlo con bastante cordura porque tenemos que seguir trabajando y luchando por la liberación de Nicaragua”, puntualizó Alex Arana, activista que se encuentra en Florida. Asimismo, Irlanda Jerez, presa durante 329 días en Nicaragua y luego exiliada en Miami señala que esta expulsión busca dejar vía libre al Gobierno. “La comunidad nicaragüense dentro y fuera comparte esta alegría. Esas palabras de destierro y eliminar la ciudadanía nicaragüense y los derechos políticos de nosotros mismos es simplemente para mantener sus bases”, comentó.
Organizaciones como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) celebran esta acción, ya que se les “salva la vida” a los expulsados. No obstante, también señala que continúa la represión. “El régimen Ortega y Murillo esconde la cara cobardemente y usa de nuevo al Poder Judicial como el instrumento principal de represión”, mencionaron.
Por su parte, el observatorio independiente Urnas Abiertas rechaza el destierro. “Desde Urnas Abiertas abrazamos la liberación de las personas presas políticas, nunca tuvieron que ser detenidas ni verse limitadas en su derecho a la participación política, ni ningún otro derecho. Rechazamos en su totalidad el destierro y la ‘muerte civil’ por inconstitucional”, señalaron en redes sociales.
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) comunicó que “seguirá luchando para que todos recuperen su ciudadanía nicaragüense” y los derechos que le corresponden.
ELIGIÓ QUEDARSE: OBISPO ROLANDO ÁLVAREZ
El obispo Rolando Álvarez, de la diócesis de Matagalpa (norte), fue uno de los que se incluyeron dentro de la lista de gente que iba a ser expulsada de Nicaragua. Sin embargo, Álvarez no aceptó y continúa guardando arresto domiciliario desde agosto del año pasado.