Mike Pence desmiente de que el FBI instigó ataques del 6 de enero

(John Locher / Associated Press)

(John Locher / Associated Press)

El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence denunció este domingo la desacreditada teoría de la conspiración según la cual el FBI instigó los ataques del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio de EE.UU.

En declaraciones a Jake Tapper de CNN en “State of the Union” justo un día después del tercer aniversario del ataque, Pence dijo: “Nos han asegurado una y otra vez que no fue así”.

“Debo decirles que, habiendo estado allí ese día, ver a la gente literalmente rompiendo ventanas, saqueando el Capitolio, me enfureció. Recuerdo que pensé ‘esto no, aquí no, en el Capitolio de Estados Unidos no'”, dijo.

Pence añadió que está “muy agradecido” por los esfuerzos del FBI para detener a quienes “saquearon nuestro Capitolio y cometieron actos violentos contra agentes de policía ese día”, y exigió que quienes participaron en el ataque sean juzgados “con todo el peso de la ley”.

El ataque, dijo, “nunca debería haber ocurrido. Como ya he dicho muchas veces, las palabras del expresidente [Trump] aquel día fueron imprudentes. Creo que la historia juzgará su papel en ello”.

Una reciente encuesta de The Washington Post mostró que un tercio de los republicanos cree en la conspiración de que el FBI instigó los ataques del 6 de enero, una afirmación de la que el expresidente Donald Trump hizo eco hace apenas unos días.

“Simplemente tienen que fijarse en los hechos de que la Policía del Capitolio sufrió grandes penurias y grandes daños”, dijo Pence sobre quienes creen esas falsedades.

El exvicepresidente dijo que las próximas asambleas partidarias de Iowa y las primarias de Nueva Hampshire ofrecen a los republicanos la oportunidad de “dar a nuestro partido un nuevo comienzo y darnos un nuevo liderazgo para llevar a nuestro partido hacia adelante en las elecciones y más allá”.

Durante el ataque en el Capitolio, Pence fue sacado a toda prisa de la cámara del Senado mientras los alborotadores que pedían su muerte irrumpían en los pasillos del Congreso, mientras Trump permanecía en la Casa Blanca observando cómo se desarrollaba la insurrección.

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