El senador republicano Marco Rubio divulgó un informe de 328 páginas que concluye que el COVID-19 fue resultado de un accidente en un laboratorio estatal en Wuhan, China, y acusa al Gobierno chino de ocultar la verdad.
“Las implicaciones son imposibles de ignorar: Pekín ocultó la verdad. Este informe refuerza la necesidad de responsabilizar al Partido Comunista Chino (PCCH)”, subraya Rubio, hijo de exiliados cubanos.
El informe, titulado “Una situación compleja y grave”, es una cronología de los eventos previos al surgimiento del virus.
Rubio afirma que existe creciente evidencia de un accidente de laboratorio como origen de la pandemia.
El informe destaca un presunto incidente de bioseguridad en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) y menciona que los científicos chinos comenzaron a trabajar en una vacuna antes de que el Gobierno chino admitiera la existencia del virus.
El informe también señala problemas de seguridad y filtraciones de agentes biológicos en los laboratorios chinos.
El Gobierno chino negó la posibilidad de un origen de laboratorio pero tomó medidas para prevenir accidentes.
Los investigadores del WIV presentaron patentes relacionadas con la prevención de escapes de patógenos.