A raíz del aumento de contagios COVID-19 por la propagación de la variante ómicron y los escasos días para Navidad, miles de estadounidenses buscan realizarse una prueba antes de las fiestas. Por ello, se han evidenciado largas filas y aumento de la demanda en algunas instalaciones en todo el país.
Millones de personas viajarán o planean participar en grandes reuniones familiares, por lo que hay prisa por hacerse la prueba. Lamentablemente, muchos no han conseguido acceder a ellas en clínicas o a través de kits caseros.
De esta forma, se observaron largas filas el martes en la ciudad de Nueva York, Boston y Miami, así como en Ohio y Minnesota.
A pesar que Joe Biden anunció la distribución de 500 millones de nuevas pruebas para el próximo mes, la verdadera necesidad transcurre ahora. El almirante Dr. Brett Giroir, ex subsecretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., dijo a CNN que le preocupa que el compromiso de la administración sobre las pruebas no satisfaga la demanda.
“A menos que tengamos mil o dos mil millones al mes, creo que todavía tendremos que ser selectivos para asegurarnos de que las personas que pueden morir a causa de la enfermedad no mueran a causa de la enfermedad”, dijo.