El presidente estadounidense Joe Biden consideró que no se debe permanecer callado ante el violencia de las que son víctimas ciertas comunidades en Estados Unidos, como la asiática. Asimismo, resaltó que no visibilizarlo agrava más la problemática.
Sus comentarios hacen referencia al tiroteo que tuvo lugar el sábado 21 en una sala de baile en Monterey Park (California) después de la celebración del Año Nuevo chino. El saldo fue de 11 fallecidos y varios heridos. El victimario se suicidó el domingo de un disparo cuando fue rodeado por la Policía.
“El odio no puede tener un puerto seguro en Estados Unidos. Nadie merece ser tratado con odio. Todos merecemos dignidad y respeto. (…) Es muy sencillo. El silencio es cómplice. No podemos quedarnos callados. Yo no lo haré“, sentenció durante la celebración en la Casa Blanca del Año Nuevo Lunar. Además, el mandatario subrayó que dicha comunidad ha sufrido un incremento del odio en su contra.
La situación es preocupante: un tercio de los estadounidenses de origen asiático señalaron haber cambiado sus rutinas diarias al recibir amenazas, según la organización de encuestas e investigación Pew.
Biden también recordó la acción de Brandon Tsay, de origen asiático, quien desarmó al homicida cuando este se dirigía a una segunda sala de baile tras su primer ataque: “Brandon es un auténtico héroe. (…) Creyó que iba a morir, pero en lugar de salir corriendo, pensó en la gente que estaba dentro. En ese momento siguió su instinto y se dejó llevar por su valentía. (…) Tiró al suelo a un hombre armado y le quitó una pistola semiautomática”, comentó.