La republicana fue expulsada de dos comités luego de que se le conocieran actos de conducta grave como estar de acuerdo con teorías conspirativas violentas, Greene no tardó en expresar su desacuerdo en redes sociales.
Me levanté esta mañana literalmente riendo al pensar en la bola de idiotas que son los demócratas por haberle dado a alguien como yo tiempo libre.
En este gobierno demócrata tiránico, los republicanos conservadores no tienen palabra en los comités.
¡Esto va a ser divertido!
La Cámara de Representantes de Estados Unidos removió este jueves a la legisladora Marjorie Taylor Greene de los dos comités en los que estaba asignada, un castigo sin precedentes que pidieron los demócratas por difundir teorías de conspiración violentas.
Casi todos los republicanos votaron en contra de la medida demócrata, pero ninguno defendió a Greene de su largo historial de publicaciones escandalosas en las redes sociales.
Si este congreso tolera miembros que condonan el vandalismo que tanto ha dañado a los americanos, pero aún así quieren condenarme y crucificarme en público por cosas que dije en el pasado y de las cuales me arrepentí hace años, entonces creo que estamos en un gran problema.
La votación de 230-199 en la cámara baja fue el último ejemplo de teorías de conspiración que llevan a batallas políticas, un hecho que fue más común durante la presidencia de Donald Trump. El exmandatario esta por enfrentar un juicio político en el Senado por incitar a la insurrección de sus partidarios en el Capitolio.
“No entiendo por qué es tan complicado”, dijo el presidente del Comité de Normas de la cámara baja, el representante demócrata James McGovern. “Conocemos el resultado de estas violentas teorías de conspiración. Lo vimos el 6 de enero, ya sabemos a qué conduce”, puntualizó
Antes de la votación, Greene dijo que lamenta “algunas palabras del pasado”, pero no ofreció una disculpa específica por la retórica racista y violenta que ha promovido.
La recién electa representante republicana por Georgia aseveró en un discurso en la cámara baja que ella era “una estadounidense promedio” que difundió teorías conspirativas de QAnon y otras fuentes antes de buscar un escaño en el Congreso, pero aseguró que tales puntos de vista no la representan.