Millones de estadounidenses que trabajan en compañías de 100 o más empleados tendrán que vacunarse contra el COVID-19 para el 4 de enero o someterse semanalmente a pruebas del virus. Esto según las nuevas reglas emitidas por el gobierno de Joe Biden el jueves.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) dijo que las compañías que no cumplan con el mandato enfrentarían multas de casi 14.000 dólares.
Estos nuevos requerimientos serán aplicables a unos 84 millones de trabajadores en empresas medianas y grandes.
Reglas más estrictas serán aplicadas a otros 17 millones de personas que trabajan en hogares de ancianos, hospitales y otras instalaciones que reciben fondos de los programas Medicaid y Medicare. Este grupo sí tendrá que ser vacunado.
OSHA redactó las reglas bajo una autoridad de emergencia para proteger a los trabajadores de un peligro inminente.
Los trabajadores tendrán que recibir dos dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna o una dosis de la de Johnson & Johnson para ese día.
Los trabajadores no vacunados deberán presentar un resultado negativo verificado al menos una vez a la semana y usar mascarillas en el trabajo.