El príncipe británico Harry y su esposa, Meghan Markle, denunciaron este miércoles “una persecución en auto casi catastrófica” con fotógrafos paparazzi tras una ceremonia de entrega de premios en la noche del martes en la ciudad de Nueva York.
El Departamento de Policía de Nueva York indicó por su parte que “ayudaron al equipo de seguridad privada del duque y la duquesa de Sussex a protegerlos”. “Había numerosos fotógrafos que convirtieron en un reto su traslado, pero “llegaron a su destino y no se reportaron colisiones, heridos, citaciones judiciales o arrestos”.
Un portavoz de pareja explicó que fueron seguidos cuando viajaban junto a la madre de Markle por media docena de autos de fotógrafos tras salir de un evento de caridad: “Esta implacable persecución, que duró más de dos horas, se saldó casi con múltiples colisiones en las que se vieron implicados otros conductores que circulaban por la carretera, peatones y dos agentes de la policía de Nueva York”.
“Si bien ser una figura pública conlleva un nivel de interés por parte del público, no debería ser a costa de la seguridad de nadie”, dijo.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo en rueda de prensa que aún no había recibido un informe completo sobre lo ocurrido, pero calificó de “imprudente e irresponsable” que alguien persiguiera a personas en vehículos en una ciudad densamente poblada. “La seguridad pública debe ser siempre la prioridad”, aseguró, “dos de nuestros oficiales podrían haber resultado heridos”.