El funeral de Jordan Neely, un joven negro estrangulado hasta la muerte en el metro de Nueva York, se convirtió en un alegato contra el racismo sistémico en Estados Unidos.
Los familiares y activistas antirracistas se reunieron en la iglesia baptista de Mount Neboh en Harlem.
Jordan Neely’s father arrives at Mount Neboh Baptist Church in Harlem ahead of his son’s funeral service pic.twitter.com/xZJLALTyWZ
— Timcast News (@TimcastNews) May 19, 2023
A pesar de que el pastor intentó centrarse en celebrar la vida de Jordan, los discursos denunciaron la discriminación hacia la población negra.
Los asistentes levantaron el puño y corearon consignas como “Corten los fondos a la Policía” y “Sin justicia, no hay paz”.
Al Sharpton, reconocido activista por los derechos civiles, destacó que Jordan era un joven con problemas mentales y fue atacado sin provocación por un exmarine.
Criticó que el agresor no fuera detenido de inmediato y señaló la persecución policial hacia la comunidad negra.
Otros líderes religiosos también abordaron el racismo estructural y la falta de servicios para la población negra.
Mientras la familia de Jordan lucha para pagar el entierro, la campaña para financiar la defensa legal del agresor ha recaudado millones de dólares.
La situación ha generado una disputa política en torno a la seguridad y las desigualdades en la ciudad.