En vista que la variante ómicron es la nueva cepa dominante en Estados Unidos, las autoridades planean nuevas estrategias para controlar los contagios. Parte de estas son la entrega de 500 millones de pruebas gratuitas de COVID-19, brindar apoyo a los hospitales y facilitar la inmunización con las dosis de refuerzo.
El presidente del país, Joe Biden, señaló que si los estadounidenses “se vacunan y siguen las precauciones que todos conocemos bien, especialmente el enmascaramiento al viajar, deberían sentirse cómodos celebrando la Navidad y las fiestas”, en alusión a que poseen los recursos para controlar la situación.
Dentro de las acciones para afrontar el brote de la variante ómicron y delta, el Gobierno estadounidense suministrará miles de mascarillas y más de 100.000 ventiladores. Además, el jefe de Estado ordenó al secretario de Defensa, Lloyd Austin, la preparación de unos 1.000 miembros en servicio (médicos militares, enfermeras y paramédicos) para brindar apoyo a los hospitales.
Respecto a la distribución de las 500 millones de pruebas gratuitas, estas empezarán a ser entregadas a partir de enero. Podrán ser solicitadas en línea y entregadas directamente a los domicilios.