Stephen García, quien se consideraba el mejor amigo de Ramos en octavo grado, mencionó ante el periódico The Washington Post que el joven fue víctima de acoso. “Lo acosaban muchas personas, incluso por las redes sociales, por los juegos, por todo”, señaló. “Era el chico más simpático y el más tímido. Sólo necesitaba salir de su caparazón”, agregó. Además contó que una vez publicó una foto usando delineador de ojos negro, lo que provocó comentarios homofóbicos.
Ramos abandonó la escuela y empezó a vestir de negro, con botas militares y pelo largo. No estaba en camino de graduarse, explicaron sus compañeros de clase.
Sus compañeros del restaurante Wendy’s donde trabajaba mencionaron a un medio que Ramos era callado y, a veces, agresivo.
Su prima Mia aseguró que los alumnos se burlaban de él por tartamudear cuando iban juntos a la escuela secundaria. “No era una persona muy sociable después de haber sido acosado por la tartamudez”, señaló.
Santos Valdez Jr., de 18 años, comentó que lo conocía desde los primeros años de la escuela primaria y que eran amigos hasta que empezó a cambiar. Solían jugar videojuegos violentos como Fornite y Call of Duty. Además mencionó que el joven se cortó una vez toda la cara con cuchillos y que varias veces disparó a personas al azar con una pistola de balines. También colocó en más de una ocasión huevos en los coches de la gente, según relató.
Hace cerca de un año, Ramos publicó en las redes sociales fotos de rifles automáticos que eran parte de su lista de deseos, agregó Valdez, y hace unos días publicó imágenes de dos rifles a los que se refirió como “mis fotos de armas”.
Según investigaciones, la madre de Ramos consumía drogas y su abuela estaba a punto de echarla por eso. Juan Manuel Álvarez, el novio de la madre, que se encuentra con la abuela en San Antonio en el hospital, el joven nunca tuvo armas y era callado y respetuoso.