El gobernador del estado de Carolina del Sur (EE.UU.) dio luz verde a una ley que prohíbe el aborto a partir de la sexta semana de gestación, cuando muchas personas todavía no saben si están embarazadas.
En un comunicado, el gobernador, Henry McMaster, dijo que la ley comenzará “a salvar la vida de los niños no nacidos de inmediato” y señaló que está preparado para defenderse ante posibles demandas judiciales.
“El derecho a la vida debe ser preservado y haremos todo lo que podamos para protegerlo”, escribió el político republicano.
La Casa Blanca rechazó la nueva ley, que calificó de “extrema y peligrosa” y aseguró que restringirá aún más el acceso al aborto para las mujeres del sur del país, para quienes “Carolina del Sur era su opción más cercana”, después de que los estados de Carolina del Norte y Florida prohibieran la interrupción del embarazo.
No es la primera vez que Carolina del Sur trata de restringir el acceso al aborto: en enero, el Tribunal Supremo del estado tumbó una ley similar a la ratificada, argumentando que iba en contra del derecho a la privacidad protegido por la Constitución estatal.
Sin embargo, la jueza que lideró esa decisión se retiró poco después, y fue reemplazada por un hombre que tiene el apoyo del ala más radical del Partido Republicano.